Cada pareja esta en total libertad de elegir en que mano utilizar el anillo de compromiso y la alianza matrimonial, tradicionalmente, es ofrecido el anillo de compromiso por el hombre como regalo a su novia mientras o cuando ella accede a la proposición de matrimonio. Representa una aceptación formal del futuro compromiso y al afianzarnos en las tradiciones debemos saber que el anillo de compromiso es utilizado en el cuarto dedo de la mano izquierda, esta tradición se remonta a la antigua Roma donde se creía que por este dedo pasaba la vena del amor o vena amoris, que va desde el corazón por el brazo izquierdo hasta el dedo anular, de allí también proviene el nombre de este dedo llamado anular.
Depende del país en el que te encuentres pueden varias tus costumbres o tradiciones existen culturas en las que el anillo de compromiso suele portarse en la mano izquierda, aunque en otras se lleva en la mano derecha. También hay lugares en los que el anillo de pedida se coloca en la mano izquierda y se cambia a la derecha al momento de casarse e intercambiar las argollas de matrimonio, quedando entonces el anillo de bodas en la izquierda y el de compromiso en la derecha, en otros lugares en los que es al contrario, aunque se hace de la misma manera. Y otras zonas donde las mujeres los llevan en una mano y los hombres en la otra. Pero lo más habitual es que tanto el anillo de compromiso como el de casados coincidan en el dedo anular de la mano izquierda.
El origen de los Anillos y Argollas
Según cuentan algunas historias el primer hombre que le dio un anillo de compromiso a su futura esposa fue Maximiliano de Austria en 1477, a María de Borgoña.
Regalándole una hermosa pieza de oro la cual contenía un encantador brillante, dándoselo como muestra de su amor y solicitando de ella su próxima unión matrimonial.
Luego de ello, esto se convirtió en un hábito entre las clases adineradas y creció cuando la industria de los diamantes hizo lo mismo en Sudáfrica, en 1866.
Por esos
años hubo una campaña publicitaria en Estados Unidos, liderada por una empresa de diamantes, que hizo crecer la popularidad de esta joya entre las parejas próximas a casarse.
La costumbre de dar su anillo el esposo a la esposa en prenda y señal de los esponsales que contraen, significa al mismo tiempo que esta entrega se da el anillo a la
mujer no por adorno sino para sellar las cosas de la casa.
Así que, el anillo es señal de la promesa de matrimonio y con su entrega y recibo se asegura el esposo a la esposa, uniéndose con esta prenda sus corazones.
Cuando lo aprobó la Iglesia
Las alianzas fueron aprobadas por la Iglesia y comenzaron a utilizarse en las ceremonias religiosas en el siglo IX, gracias a la lucha del Papa Nicolás I.
Fue decretada una ley que aprobaba que el darle a la novia un anillo en el “sí, quiero” era la mejor manera mediante la cual el novio le declararía su intención de
casarse con ella y de su compromiso a cumplir cada una de las promesas que se habían hecho.
La tradición es que la pareja se entregue mutuamente los anillos como símbolo de alianza matrimonial, colocándoselos en la ceremonia nupcial.
El anillo matrimonial se coloca en el dedo anular de la mano Izquierda.
Sin embargo, se trata de una costumbre, igualmente que la entrega previa del anillo de compromiso,
la cual aunque es tradicional, no es esencial en la celebración del matrimonio: ya que la ausencia del anillo de compromiso no invalida el consentimiento dado en la
ceremonia y, por lo tanto, el matrimonio celebrado sin el intercambio de los anillos sería perfectamente válido.
Frases para él o para ella
Si estás en esta sección es porque probablemente vas da dar el Gran Paso.
"Te vamos a dar las mejores frases para que le digas a él o a ella."
"En este camino de risas y complicidades, descubrí que mi mejor destino eres tú. [Nombre],
¿te animas a ser mi cómplice de por vida y aceptar casarte conmigo?
Juntos, haremos de cada día una nueva aventura, enfrentando juntos los desafíos y celebrando cada victoria.
¿Aceptas ser mi razón para sonreír cada mañana y mi compañero/a en el matrimonio?"
"Eres mi luz en los días grises y mi refugio en las tormentas. [Nombre],
¿te gustaría ser mi faro constante en esta travesía llamada vida y aceptar casarte conmigo?
Quiero construir un futuro lleno de risas, amor y sueños compartidos.
¿Te sumas a esta historia de amor y al compromiso del matrimonio?"
"En el libro de nuestras vidas, cada página ha sido escrita con amor y complicidad. [Nombre],
¿te atreverías a ser mi coautor/a de esta historia que aún no tiene final y aceptar casarte conmigo?
Juntos, escribiremos capítulos llenos de risas, aventuras y amor eterno.
¿Quieres ser mi compañero/a de por vida y mi esposo/a?"
"Cada momento a tu lado ha sido un regalo, y hoy quiero seguir recibiendo ese regalo todos los días. [Nombre],
¿te unirías a mí en este viaje llamado matrimonio y aceptar casarte conmigo?
Juntos, construiremos un hogar lleno de amor, donde cada día sea una nueva oportunidad para amarnos más."
"En el jardín de la vida, encontré una flor única: tú. [Nombre],
¿te gustaría ser la flor que adorne mi vida para siempre y aceptar casarte conmigo?
Juntos, cultivaremos un amor que florecerá en cada estación, resistiendo vientos fuertes y disfrutando del sol radiante.
¿Aceptas ser mi amor eterno y mi esposo/a?"